Nos encontramos ante un proyecto en el interior de un edificio construido en 1890 y situado en el ensanche de San Sebastián. La construcción del edificio, como la mayoría de los edificios de la época,tiene la estructura principal y secundaria de madera, y los perímetros de los patios y la caja de escalera de mampostería. El origen era aceptable, la buena conservación de los techos y la aparición de unas arquerías, esclarecían la idea de la restauración como uno de los aspectos básicos del proyecto.

Como propuesta del proyecto, en lo que a la distribución respecta, se planteó de una manera lógica y coherente establecer dos zonas principales, zona día y zona noche, asociadas cada una a una fachada. La zona día, salón, comedor y sala de estar se vuelcan a la fachada principal; mientras que las habitaciones lo hacen a la fachada interior más silenciosa. Como transición entre una zona y otrase encuentra un pasillo distribuidor cuya presencia estética adquiere mucho protagonismo a nivel de sensación espacial. La distribución planteada daba la posibilidad de crear un eje libre que conectaselas dos fachadas, algo importante en un edificio de 22 metros de largo.

Residencia OG


CLIENTE: Privado
Residencia
San Sebastían, España
AÑO: 2020
SUPERFICIE: 170 m2
FOTOGRAFÍA: Pedro Pegenaute

En términos de sensación espacial y atmósfera, el proyecto se define como una reinterpretación de la vivienda clásica. El año de construcción del edificio, las grandes alturas libres de las que consta y la presencia de las moldura y de las arquerías, establecen ese puente entrelo clásico y lo actual. Desde el primer día que se visitó el inmueble, la sensación que producía la presencia de los arcos nos sugirió que ésta tenía que ser generadora y distribuidora de espacios. Es por ello que como primer planteamiento estético y formal, surge la proyección de esos arcos hacia las habitaciones generando una bóveda de cañón, que conecta las dos estancias principales de la vivienda, y aúna la sensación espacial desde cualquier punto del proyecto haciendo de él un elemento singular. La atmósfera que se genera, adquirió un papel fundamental en la concepción del proyecto, y respondió perfectamente a la reinterpretación de lo que ya estaba y lo que se propuso.
Por último, es necesario describir la construcción material del proyecto. Se trata en parte de un proyecto de conservación, la tarima que encontramos colocada en el suelo se conservó y se readaptó, se trataba de una madera de Guinea Ecuatorial, de gran calidad y en muy buen estado pese al paso del tiempo.

Por otro lado, las carpinterías fueron sustituidas por nuevos elementos fabricados artesanalmente. Se introdujeron materiales como el mármol Macaél, presente en el conjunto de las zonas comunes del edificio, y los trabajos manuales de escayola para la recuperación de cornisas y ejecución de bóvedas. Fue fundamental recuperar no solo materiales de construcción sino recuperar también sus métodos defabricación tradicionales.
Ortega Diago
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