Este encargo representa a todo aquel que haya tenido que convertir un espacio a priori poco deseable, pero al alcance de su bolsillo, en su hogar. Un cercano amigo nos propuso transformar un pequeño bajo con una altura de casi cinco metros, una escasa pero acogedora luz, y dos pilares en su centro.  Una primera casa para vivir y trabajar.

Dada la necesidad de separar mínimamente la zona de trabajo del resto, se organizaron los espacios de vivir, trabajar, y descansar en orden ascendente.  Tres piezas que nos recuerdan a un Lego se incorporaron al espacio para la nueva organización. Se colocaron de manera que esquivaran la estructura, y de manera que la luz invadiera lo máximo posible, ya que la casa tiene una única fachada con ventanas. En el centro de la casa aparece un gran sofá, ocupando toda la altura y mirada posible, donde se hará la vida. La escalera aparece en un material distinguido para destacar su presencia. Sube a la zona de descanso y trabajo, y desaparece detrás de un muro quebrado. Un muro que nos recuerda las formas de Bofill, y que actúa como un biombo que separa la zona de día del vestidor. Un biombo que también escalona entrando en resonancia con el zigzag de la escalera.

Estudio Ona


CLIENTE: Privado
San Sebastián, España
AÑO: 2023
SUPERFICIE: 70  m2
FOTOGRAFÍA: Mari Luz Vidal


    


    

    

    








Ortega Diago
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